Aura Murillo: Diseñando experiencias desde la comprensión de las emociones humanas
Aura Murillo, diseñadora mexicana, máster en Global Innovation Design (RCA & Imperial College), enfoca su práctica alrededor de temáticas complejas, creando exposiciones, servicios y productos que integran la emoción humana, en una búsqueda de hacer sentido y generar un espacio para dar voz a otras visiones y vivencias.
La muerte y su resignificación ha sido uno de sus temas centrales los últimos años, con la exposición MORTEM y su premiado proyecto Resting Reef, donde es co-fundadora junto a Louise Skajem, una opción a los servicios funerarios actuales -altamente contaminantes- donde las cenizas se usarán para realizar estructuras biomateriales calcáreas, junto a conchas de ostras molidas. Estas serán introducidas en las costas para ayudar a regenerar arrecifes de este molusco y de paso, la biodiversidad del ecosistema costero. Una vuelta de tuerca, donde se propone a la muerte como generador de vida.
El proyecto, además, contempla una ceremonia en el mar, un servicio de acompañamiento del duelo online y una caja (Blooming Box) con rituales, objetos y propuestas inspiradas y alineadas con los ciclos de la naturaleza para ir trabajando el duelo, incluyendo a quienes no profesan religiones. Resting Reef ha sido destacado en sitios especializados en diseño a nivel mundial y finalista en distintos concursos como The Mayor’s Entrepreneur Competition, Terra Carta Design Lab y WE Innovate Imperial Enterprise Lab. Comenzó como un proyecto de magíster y hoy ya es una start-up, próximamente lanzarán la versión beta, solo con el servicio de acompañamiento y realizarán pruebas piloto de las estructuras calcáreas en el mar.
Aura se graduó de diseño industrial en México, pero buscaba generar un impacto mayor a través del diseño, acercarse a los distintos usuarios, conocer problemáticas y diseñar soluciones. Así se decidió por estudiar el Master Global Innovation Design, un máster doble impartido por Imperial College London y Royal College of Art, que tiene la metodología científica racional y también, la metodología del diseño y la parte emocional de ello. Esta experiencia le permitió ir explorando las rutas que le parecían interesantes y empezar a adentrarse de a poco en el diseño de experiencias y la curaduría. Sus intereses van por los intangibles que puede crear el diseño, “todo lo que no es palpable, pero que el diseño puede impactar”, dice. Ella se enfocó en estudiar las emociones humanas y en desarrollar una investigación sobre cómo los diseñadores podrían generar experiencias que lleven a emociones que nos ayuden a conectar, “conectar con otras personas o conectar con nosotros mismos, o a reflexionar sobre algún tema en específico, porque impacta en nuestra mente o en cómo nos sentimos”. Una tendencia muy interesante, observa Murillo, «pues algunas personas están buscando vivir más experiencias, que acumular productos».
Desde el estudio e investigación de diferentes problemáticas sociales, Aura va desarrollando sus proyectos con una metodología que toma referentes teóricos del diseño de experiencias, pero también de otras disciplinas. Su investigación abarca mucho de teoría social, biología, neurociencia, y también, psicología, «de entender la experiencia individual, pero también la colectiva, por qué la gente piensa de esa manera y cómo las experiencias propias al final generan comportamientos sociales”. Por eso también ha trabajado la curaduría, generando exposiciones donde se une arte y diseño. Este año participó como co-curadora de la primera versión del ART-ACT Festival que se desarrolló en el marco de la Singapur ART Week, un espacio para dar voz a mensajes de artistas y diseñadores emergentes que trabajan desde el activismo.
Conversamos con esta diseñadora mexicana sobre cómo ha desarrollado su metodología propia al diseñar experiencias, servicios y exposiciones, sus actuales proyectos y las temáticas que le interesa trabajar en sus planes futuros.
RM: Has declarado que te importa “hacer sentido” en tus proyectos, provocar algo que repercuta en la manera de pensar o sentir de las personas, como lo hace al arte, ¿nos cuentas un poco más de tu enfoque personal del diseño de experiencias?
AM: Para mí es super importante esta intersección entre el diseño y el arte. El arte tiene esta posibilidad de conectar con la gente y mover emocionalmente a las personas. De cierta manera el diseño es un poco más racional en el porqué se hacen las cosas, pero para mí es súper importante también considerar la parte emocional. Además, algo que me interesa mucho es crear en torno a problemáticas o cuestiones sociales, estudiar algún tema y generar preguntas y crear experiencias que puedan invitar a la reflexión. Para mí no es solo conectar emocionalmente, sino tal vez lograr generar algún cambio en la mentalidad de las personas y también abrir espacios para que distintas voces puedan dar sus puntos de vista. Lo que me gusta con esto de crear experiencias que generen sentido es entender primero al público, investigar un poco las distintas problemáticas que serían interesantes para invitar a la reflexión y entonces armar espacios o encuentros donde esto pueda suceder.
RM: ¿Por qué la muerte? Por qué la eliges como tema…
AM: Todo empezó porque vivi una experiencia personal de muerte muy cercana y me empecé a cuestionar mucho la manera cómo me sentía. Además me di cuenta que la gente no sabía cómo interactuar conmigo, entonces en vez de sentirme apoyada, era algo muy raro pues me sentía muy incómoda. Esto despertó mucho mi curiosidad porque me di cuenta que es una etapa que se experimenta emociones muy fuertes y fue un reto tratar de generar experiencias que respondan a esas emociones. Fue entonces cuando decidí hacer la exhibición (MORTEM).
RM: ¿Cómo fue el proceso creativo de la exhibición?
AM: Me propuse generar algo que se sintiera íntimo, que la gente pudiera ver y vivir su propia experiencia, pero a la vez manifestar que es algo que le pasa a mucha gente, ese sentido de colectividad, donde cada uno pudiera dar su propia visión. Empecé a conectar con personas, a recabar testimonios, hablar con expertos y comenzaron a salir nuevas líneas muy interesantes de investigación.
En la exhibición traté cuatro temas: la parte emocional, la parte del miedo (cuáles son las percepciones sociales que hacen que se moldee nuestra mentalidad hacia la muerte); exploré un poquito mas en visiones del sureste de Asia (quería explorar la vida después de la muerte, que en otras culturas no se ve como fase final, sino como un ciclo); y también darle la vuelta, con una parte de la celebración de la vida, que es lo que la muerte nos deja como enseñanza y hace que nuestra vida sea más rica. Parte de la investigación y las enseñanzas de MORTEM sirvieron como base para el proyecto Resting Reef que estoy haciendo ahora.
RM: ¿Cómo nace Resting Reef y en qué etapa están ahora?
AM: Hubo una competencia de parte del Royal College of Art para que alumnos generaran soluciones para combatir el cambio climático de cierta manera y ahi nació Resting Reef. Mi compañera (y co-fundadora), Louise Skajem, estaba estudiando biomateriales y yo estaba con el tema de la muerte, fue algo que se dio muy natural, al unir nuestras ideas. Al inicio fue un proyecto de fin del máster y ahora es una start-up. Queríamos crear una empresa, hacer pruebas piloto de los arrecifes para probar qué tan fuertes son las estructuras, si pueden resistir las corrientes del mar y los distintos factores naturales. Esperamos comercializar en unos dos años, hicimos un estudio de mercado y vimos que existe una necesidad de la gente, de generaciones que están buscando nuevas alternativas porque no se sienten reflejados con la manera que los funerales son o cómo están hechos.
Nuestra propuesta no es solamente la creación de las estructuras para la naturaleza, sino también generar un modelo donde podamos apoyar a la gente durante el duelo y que podamos redefinir la manera que estas personas piensan sobre la muerte. El objetivo, la misión que tenemos es que la muerte pueda ser vista como algo que genera vida, algo más dentro del ciclo de la vida en la naturaleza. Queremos que el proceso de duelo, desde la parte de la negación a la aceptación, sea a partir de esta conexión con la naturaleza y creemos que existe la posibilidad de generar ciertos rituales que puedan ayudarnos a hacer sentido de la situación que se está viviendo, conectando más con uno mismo a partir de la naturaleza, de esta conexión con el entorno marino y con el entorno natural en general. Estamos mezclando el servicio para los seres humanos y haciendo algo por la naturaleza.
RM: ¿Ya tienen un prototipo?
AM: Sí, hicimos prototipos de los distintos servicios. Va a ser un híbrido, entre una parte online y una experiencia que enviaremos a la gente dónde estarán los recursos para ayudar durante el duelo y la propuesta de los distintos rituales. También estamos incorporando la creación de un pequeño memento, como una figura miniatura del arrecife, donde estén parte de las cenizas de las persona que ha muerto, para generar una conexión con ella y que no sea algo como que está lejano en el mar, sino que siempre exista esta conexión. También estamos en proceso de sacar el servicio beta, en donde la gente va a poder tener acceso a estos recursos de acompañamiento para el duelo y para conectarnos con la naturaleza a partir de este proceso.
RM: Cuéntanos de la experiencia del ART-ACT festival, ¿cómo aportó esta visión que combina arte y diseño?
AM: En ART-ACT Festival lo que buscábamos hacer era generar una plataforma para que los artistas pudieran poner allá afuera los mensajes que ellos creían pertinentes en temas de activismo. Algo importante fue la variedad de distintas perspectivas, eso hizo que termináramos con un festival súper diverso donde se trataron temas de sustentabilidad, derechos humanos, sobre comunidad LGBTQ+, temas un poco más especulativos del transhumanismo y la naturaleza, el derecho de expresión, etc.
Quisimos que estas obras de arte fueran expuesta en espacios públicos, para que la conexión con la gente fuera mucho mayor que si fueran expuestas en un museo o galaería. Que fuera algo que pudieran ver al caminar por la calle o que el gran formato llamara su atención. Ahí fue súper poderosa la parte de la multidisciplina, participaron artistas audiovisuales, diseñadores que buscaban hacer piezas para conectar con el público, diseñadores gráficos, cinematógrafos, animadores. Se generó algo muy rico, en la manera que se generan los proyectos. Para profundizar un poco más, hicimos un manifiesto impreso. Cada artista hizo algo propio para su obra, para explicarla y profundizarla. Queremos hacer más ediciones de esto, replicarlo en otras ciudades, no solo en Singapur.
RM: Cuéntanos de tus futuros proyectos…
AM: El diseño de experiencias puede abarcar un montón de cosas, desde la experiencia gastronómica como el food design, la parte artística, museos, exhibiciones o festivales. Con una compañera estaba estudiando un proyecto para estudiar la gastronomía mexicana, que es muy diversa, pero también invitar a reflexionar sobre el desperdicio de comida.
Además, estoy muy interesada en generar algo sobre el feminismo, algo que me ha ayudado a construirme personalmente, y que he visto que en la situación de México es súper importante de hablar de ello. Me gustaría abarcarlo desde una perspectiva del privilegio, en el sentido de que existe esta interseccionalidad de las mujeres y explorar cómo generar puntos de encuentros en que la gente pueda entender cómo la experiencia de una mujer es distinta a la experiencia de otra. Pero no en un sentido de división, sino de comprensión, para después invitar a la unión. Es algo que estoy pensando, es algo que quiero hacer en México (DF) y me gustaría involucrar a artistas y diseñadoras mexicanas.
Puedes conocer más sobre el trabajo de Aura Murillo en su sitio web www.auramurillo.com y en su cuenta de Instagram: @auramurillo