Nueve Design Studio: Diseño para realzar el cotidiano
Vista de la exposición "Autoencargo" que recorre la evolución del diseño de Nueve Design Studio a través de sus distintas creaciones y productos icónicos.
Los objetos son capaces de dar identidad a un lugar, desde su dimensión estética, afectiva y funcional entablan una relación con las personas que los eligen y los espacios que habitan. En ese mundo del diseño de interiores se mueve Karin Cáceres y Patricio Silva, pareja y dupla creativa de Nueve Design Studio, donde hace 12 años desarrollan proyectos, muebles y objetos para habitar el cotidiano con identidad.
Su trayectoria los ha convertido en un referente destacado del diseño contemporáneo chileno, con productos como mesas, taburetes, sofás modulares, lámparas y espejos cuya forma y materialidad está determinada por la exploración de la geometría y sus posibilidades al diseñar y producir en distintas materialidades, desde el metal a la madera. Esta búsqueda los ha llevado a crear colecciones que resaltan la belleza de la síntesis en el diseño, con una estética donde prima la forma, la materialidad y también el color, sin dejar de lado la funcionalidad.
Con una práctica siempre multifacética, Nueve Estudio se movía con soltura entre proyectos de interiorismo, encargos de diseño y la creación propia, explorando distintas tipologías de objetos. Pero con el tiempo se fueron dando cuenta de la importancia de sus líneas de productos y por eso en el año 2020 crearon la marca Nain Objects, un espacio para mostrar y tener disponibles sus creaciones, “eran lo que le entregaba el alma al estudio, alineando directrices de diseño, y ya no podíamos dejarlo tras bambalinas”, dice Silva. Hoy están presentes en tiendas de diseño nacionales como The Product Culture, Medular, The Qiiip Shop, han participado en ferias de diseño local e internacionales y han sido destacados en publicaciones como Wallpaper.
Uno de sus productos más populares son las mesas Rita, con sus patas delgadas, sinuosas y curvas que vienen en una gran variedad de colores, también destacan las colecciones de taburetes Elif y sofás Liebe, nominadas a los premios Chile Diseño, Liebe con su juego de curvas fue galardonada en la categoría mobiliario 2024. Todo esto y más lo podrás apreciar hasta mañana 9 de agosto en la exposición “Autoencargo” en la Galería Aqueveque, donde muestran su evolución como estudio de diseño, a través de sus objetos más significativos, incluyendo también sus últimas creaciones como la mesa Ivo hecha de madera natural y con acentos de colores, la nueva banca Vera, lámparas que incorporan el textil y una serie de ilustraciones donde el juego geométrico y la materialidad se hacen presentes, aludiendo al origen de su proceso creativo, desde el plano al objeto tridimensional.
Conversamos con Patricio y Karin de Nueve Design Studio y Nain Objects sobre los conceptos que mueven sus procesos de diseño, cómo han ido evolucionando, lo que querían mostrar en la exposición y su nueva etapa viviendo en Limache donde han activado redes con diseñadores y artesanos locales. Lee la entrevista después de las fotos.
RM: En sus diseños se aprecia mucho la forma y la búsqueda de la síntesis, ¿qué rol juega la geometría en sus creaciones?
KC: Creo que todas las colecciones que tenemos juegan con eso, con la geometría, con la línea, con la curva. Nos gusta mucho la composición, pero también nos gustan mucho los objetos cotidianos, entonces nuestra propuesta va por ese lado, de proponer objetos cotidianos que sean un poco distintos y que, a su vez, también puedan ser un poco más transversales y perduren en el tiempo.
PS: La idea es que todas estas cosas que hacemos sean después heredables. Y al tener algunas geometrías más definidas, nos ayuda a que el producto no se vea pretencioso. Hay muchas cosas en la composición del diseño, que todas tienen un sentido. Por ejemplo, que una geometría sea más delgada que otra, o que esté más arriba o más abajo que la otra, tiene el porqué de ser así. Eso nos ayuda a que sean así, como más simples o más definidos. En cambio, cuando las cosas son un poco más orgánicas, de repente quedan sujetas como al proceso, hay como una cosa más de suerte o aleatoria. En ese sentido, nosotros tratamos de cuidar eso para que no se vea o no se confunda con una pieza muy escultórica o muy del arte, sino más bien que sea una pieza que tenga mucho mucho sentido.
RM: ¿Cómo van eligiendo las distintas materialidades y cómo trabajarlas? Nos pueden contar cómo eso se inserta en su proceso creativo?
KC: En un principio lo más cercano que tuvimos fue la madera para poder diseñar, era mucho más fácil encontrar también maestros que lo pudieran hacer súper bien, pero cuando llegamos al momento de empezar a usar el metal, nos pasó que vino la pandemia y era lo único que estaba funcionando, entonces dijimos hay que vivir de este tipo de proceso, que salga ojalá el producto completo del mismo taller (ahí comenzaron a salir las mesas). Nos gustó tanto el proceso de la maestranza en acero que el metal nos atrapó en un momento. Podíamos lograr geometrías que no se podían hacer con la madera, por ejemplo, llegar a unos espesores ultra delgados, no era necesario ponerles escuadras a algunos soportes, era súper estructural, podíamos jugar con los cubiertas también, las terminaciones y la aplicación de color.
Ahora hemos vuelto de nuevo a la madera, pero nos pasó que estábamos tan acostumbrados a trabajar con metal que diseñábamos estructuras pensando en ese lenguaje, ahora empezamos a diferenciarlo con los espesores de la madera. Si bien con el metal lo hacíamos ultra ligero, ultra delgado, ahora con la madera estamos haciendo que sean pulgadas bien importantes, que se note que es madera, que se vea natural, aunque mantenemos el toque del color en algunos elementos. Creo que ahora estamos pasando por una etapa en que queremos que el material se vea lo más natural posible.
RM: Hablando de la exposición, ¿cómo fue ese proceso de curaduría y montaje?
PS: Cuando Juan Pablo nos invitó a exponer, queríamos poder mostrar – más allá de hacer algunas cosas especiales para la exposición, que sí hay – este proceso que es el autoencargo, qué es lo que nosotros vivimos todo el día, ese es nuestro cotidiano. No hay un encargo real detrás de un cliente, en el fondo son como nuestros propios encargos y nuestras propias búsquedas del diseño, tendencia y estudio, lo que usamos para el desarrollo de nuevos productos. Tratamos siempre de ir alimentando esa parte, finalmente lo que se transmite o lo que se puede ver es el resultado. Todo esto engloba un solo ejercicio constante, de donde salen distintos resultados a raíz de lo mismo.
RM: En sus palabras, ¿cuál es el resultado de la exposición Autoencargo?¿Qué podrán ver quienes la visiten?
KC: Un mini proceso de nuestras etapas de diseño, porque tenemos productos desde el 2016 en adelante, incluyendo a los más icónicos, por ejemplo, las mesas Rita que son del 2018. Llevamos unas en una terminación especial donde queríamos se notara el material real, entonces las hicimos en acero pulido y están barnizadas para que puedan mantenerse con ese look. También la poltrona Lip, que tuvo un premio de estilo y diseño. Están los taburetes también.
Casi todos estos objetos nacen de la curva, del volumen, y ahora estamos trabajando con líneas mucho más limpias, más livianas. Y las cosas que son volumétricas las estamos haciendo con líneas mucho más rectas. Entonces podrán ver las dos etapas en las que estamos, incluso las lamparitas nuevas que son de tela con metal, podrían ser una transición de esto, de la curva a lo recto o a lo ligero. O del color a lo natural. Estamos trabajando de mostrar el material lo más natural posible. La exposición nos encontró en un momento de transición.
RM: Han estado viviendo en Limache los últimos años, ¿cómo ha influido el territorio en su diseño?
PS: La pandemia nos hizo retornar antes (a la Quinta Región), no por un tema terrible, sino porque en el fondo todo funciona online y estamos a una hora y media en Santiago. Por supuesto que eso afecta también al proceso creativo, porque hay un ritmo de ciudad diferente, la cotidianeidad, que es lo que nosotros nos gusta atacar, es completamente distinta.
Limache es una ciudad que no es chica, pero es muy tradicional, tiene cosas muy de pueblo todavía, cosas tan simples como que no están todos los bancos, entonces tienes que trasladarte obligatoriamente a ciudades más grandes a hacer trámites. Esa manera de entender que las cosas tienen otro ritmo, que de repente son un poco más simples, también te van como guiando en cuanto a los procesos, al diseño. Incluso los panoramas acá son en las casas, en Santiago es al revés, porque uno se junta en un bar, un restaurante y acá las casas están súper habitadas, súper vividas, la gente invierte mucho en el interior de las casas.
Para saber más:
IG: @nainobjects
Su nueva línea de ilustraciones Igor, Ingo e Ivar es su primera incursión en el 2D y se inspira en el origen de sus procesos de diseño.