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Patio Vivo resignifica los patios escolares a través de la arquitectura y el juego

PorKarla Riquelme Vargas 17 junio 2022

Paisaje de Aprendizaje en patio de Colegio Ayelén ©Patio Vivo

Una gran parte de los patios de los colegios y escuelas básicas en Chile cuenta con más gris que verde, pastelones o cemento en vez de tierra y árboles. Estos patios donde los niños pasan sus recreos se transforman en lugares estándar que no están pensados para potenciar el juego y poco tienen que ver con el territorio o cultura donde se encuentran. La fundadora de Patio Vivo, Ángela Ibáñez (Magíster en Arquitectura del Paisaje), se dio cuenta de esto y varios factores más al trabajar en Enseña Chile, donde pudo observar detenidamente las formas de convivencia que se daba en los recreos de las escuelas, esa fue la semilla para la creación de la fundación Patio Vivo hace ocho años atrás cuenta Marcial Huneeus, Director Ejecutivo de Patio Vivo. “Habían muchos niños y niñas que no participaban ni jugaban con sus pares; el espacio muchas veces era hostil e intimidante, sin acceso a naturaleza y en algunos casos, unos pocos estudiantes usaban la mayoría del patio para jugar fútbol, sin dar lugar a la diversidad y la inclusión”. Ángela vio la oportunidad que existía al transformar los patios escolares en Paisajes de Aprendizaje, “un paisaje donde niños, niñas y adolescentes crezcan, jueguen y aprendan en contacto con la naturaleza y que se vuelva una herramienta pedagógica para que los y las estudiantes desarrollen al máximo sus capacidades físicas, cognitivas y socioemocionales”.

En estos años Patio Vivo ha trabajado más de 80 proyectos en siete regiones del país, beneficiando a más de 32 mil estudiantes, resignificando los patios de los establecimientos educacionales con sus Paisajes de Aprendizaje. Cada caso es diferente y por eso la primera etapa de diagnóstico es clave, ya que les otorga los insumos para diseñar, “identificamos los problemas, necesidades y sueños de la comunidad educativa en torno al patio y el recreo; las características del espacio de cada colegio y dimensiones culturales y territoriales”, explica Huneeus. En esta etapa también se definen las materialidades que utilizarán, preocupándose de que sean representativas de la zona geográfica donde se ubica la escuela.

Lo principal para Patio Vivo, es exactamente lo que implica su nombre: darle vida a los patios escolares, que sean lugares que al habitarlos generen vínculo con los niños y niñas y la comunidad. En estos años también han creado otros programas para potenciar distintas temáticas que surgen de su trabajo, y tratarlas más en específico, como el vínculo entre naturaleza y educación en Aulas Abiertas, la inclusión y diversidad en Paisajes de Integración Social y la importancia del juego sobre todo en las cuarentenas por pandemia, con Recreo en Casa. Conversamos con Marcial Huneeus  sobre cómo desarrollan sus proyectos, sus metodologías y las nuevas líneas que están trabajando.

Patio Vivo resignifica los patios escolares a través de la arquitectura y el juego

Instalación en patio Liceo Agrícola Francisco Napolitano con materiales locales (Valle de Lluta) ©Patio Vivo

Patio Vivo resignifica los patios escolares a través de la arquitectura y el juego

Juegos en el patio del Colegio Cree en Cerro Navia ©Patio Vivo

RM: ¿Qué es un Paisaje de Aprendizaje? ¿Cómo lo definen? 

MH: Un Paisaje de Aprendizaje es una herramienta clave para promover el juego libre, la convivencia y el aprendizaje a partir de la experiencia. En Patio Vivo definimos los Paisajes de Aprendizaje como un espacio con una intención pedagógica, que a través del juego y el contacto con la naturaleza promueve el desarrollo físico, socioemocional y cognitivo de las y los estudiantes. Un Paisaje de Aprendizaje considera la articulación entre el entorno físico del patio, la cultura y la mirada de la comunidad educacional. Para lograr esta articulación, desarrollamos una metodología de trabajo interdisciplinar a través de un diálogo entre Arquitectura y Educación, que vincula a la comunidad con el espacio y permite reflexionar sobre los beneficios del juego y el aprendizaje al aire libre. Por medio de estructuras polifuncionales, la materialidad y el contacto con la naturaleza, se resignifica el patio y su uso. De esta forma, un patio vivo comunica saberes, tradiciones y valores de la comunidad educativa. Esta metodología considera cuatro etapas: Diagnóstico y participación; Diseño con Intención Pedagógica; Implementación del Paisaje de Aprendizaje y Activación y seguimiento.

RM:  ¿Cuál es el aporte de la naturaleza en el aprendizaje y en el vínculo con estos espacios?

MH: Los patios escolares suelen ser grandes explanadas sin árboles ni plantas, quedando silenciada la naturaleza y el territorio. En nuestros proyectos la naturaleza ocupa un lugar central, ponemos en valor los árboles nativos y diferentes espacies que marcan las estaciones del año. De esta forma, aprenden de la flora de su territorio, mientras que  en otoño los árboles se ponen amarillo o rojos y en primavera se llenan de flores y frutos, permitiendo reconocer los ciclos de la naturaleza. Así el recreo es una experiencia sensorial. Al jugar en contacto con árboles y plantas se despierta la curiosidad y se estimula a los estudiantes, pero sin sobre excitarlos. Pueden jugar con todos sus sentidos y fortalecer su sistema inmune al aprovechar la vitamina D del sol. Esto es muy importante, porque se ha investigado que los niños y niñas pasan alrededor 90% de su tiempo en espacios interiores. Además, desarrollamos el programa Aprendo Naturaleza, donde promovemos el liderazgo socioambiental de niños, niñas y jóvenes, por medio de una metodología para hacer clases al aire libre. De igual modo, estamos trabajando el proyecto Patio Vivo Cultivable, donde a través del cultivo de hortalizas se vincula la especialidad técnico profesional de gastronomía con la sustentabilidad, la cultura culinaria local y la alimentación saludable.

RM: ¿Cómo realizan el diseño de sus proyectos? ¿Nos pueden contar de su proceso? (si tienen alguna metodología, si es participativo, si involucra a los niños y comunidades escolares, etc)

MH: Como mencionaba, el proceso de diagnóstico es clave. Ahí se levantan los lineamientos de todos los proyectos. Realizamos tres diagnósticos: educación, arquitectura y cultura. En el primero trabajamos con el equipo educativo, hacemos participación con estudiantes e investigación del proyecto educativo. En el segundo, se analizan las particularidades del patio, sus materialidades, los flujos y los diferentes usos a lo largo del año. Mientras que en el diagnóstico de cultura se considera el territorio, la geografía, la historia, la flora y las características de la comunidad. La participación la abordamos en tres niveles: durante el diagnóstico como insumos para el diseño, en el proceso a través de islas de participación donde los estudiantes conocen una obra, miran las planimetrías y realizan ciertas actividades como plantar o pintar, y la participación más importante que consiste en el uso diario del Paisaje de Aprendizaje, para promover este uso realizamos activaciones del patio y festivales de juego. Es ahí, en su uso, donde se juega el éxito de todo el proceso.

RM: ¿Tienen algún criterio definido para elegir materialidades, mobiliario o juegos en cada proyecto?

MH: La elección tiene el objetivo de promover el juego y poner en valor el territorio y la cultura. Usamos materiales nobles, duraderos y orgánicos, que permiten experimentar distintas texturas y olores. Según el territorio utilizamos piedra, ladrillo, madera, fierro, tierra, maicillo, mulch, entre otros. Así, los estudiantes, mientras juegan entre los árboles, en las estructuras de juego, con tierra o mulch, aprenden de los materiales, la cultura, los ciclos de la naturaleza y la flora nativa de su región.

Los elementos y estructuras de juego consideran formas simples, grandes topografías, pendientes o lomas, juegos de barras, espacios de aula abierta y encuentro; sombreaderos y naturaleza. Es muy importante que los elementos dialoguen entre sí y respondan a los intereses personalidades de los niños y niñas. Son importantes los usos y juegos que se dan en cada elementos y, de igual forma, los flujos y desplazamientos entre ellos.

RM: ¿Hay algún proyecto que sea emblemático para ustedes? y ¿por qué lo es?

MH: Le tenemos mucho cariño a todos nuestros proyectos, en cada uno de ellos hay una búsqueda y la oportunidad de explorar nuevas formas de promover el juego libre, los hábitos de vida saludable y el aprendizaje a partir de la experiencia. Podemos mencionar algunos proyectos, como el realizado en el Liceo Padre Francisco Napolitano, en el Valle de Lluta, donde trabajamos las formas circulares y la piedra, poniendo en valor la cultura Aymara y el carácter agrícola del Liceo. El Colegio Ayelén, en Rancagua, donde quisimos llevar al patio la experiencia de jugar en el campo, a través de grandes topografías, diferentes materialidades y un jardín de almendros. Otro ejemplo es el Colegio Cree, en Cerro Navia en la ciudad de Santiago, en que creamos cerros y valles, trayendo la experiencia de correr cerro abajo y la posibilidad de trepar árboles en un gran juego de barras. En los dos últimos utilizamos ladrillo, un material característico de la zona central de Chile.

RM: ¿Qué líneas de trabajo les interesa explorar este año? ¿han ido cambiando o evolucionando sus programas post pandemia?

MH: Este año estamos desarrollando dos nuevas líneas vinculadas a la sustentabilidad, el aprendizaje a partir de la experiencia y la vida saludable. El primero es el programa Aprendo Naturaleza que estamos trabajando con el apoyo de Fundación Mustakis en ocho centros educativos, cuyo objetivo es promover el liderazgo socioambiental niñas, niños y adolescentes. Trabajamos con las comunidades educativas para impulsar actividades pedagógicas al aire libre, vinculando las distintas disciplinas con la temática medioambiental. Patio Vivo Cultivable lo estamos desarrollando con el apoyo de Fundación MC, y busca innovar y renovar la especialidad de gastronomía en los establecimientos técnico-profesionales, fomentando la cocina sustentable, local y saludable. Estamos implementando un espacio de aula abierta / invernadero, cajoneras de huerto, un jardín de frutales y compostaje, donde las estudiantes aprendan a cultivar hortalizas, a reconocer el valor nutricional de los alimentos de estación y a manejar los residuos orgánicos. Considera un programa de formación en huerto, alimentación saludable y cultura culinaria local. En estos tiempos, nos parece clave vincular la experiencia escolar con prácticas sustentables y de cuidado del medioambiente. Una tercera innovación es Juega Libre, desarrollada con el apoyo de Fundación Colunga y Huneeus, para Jardines infantiles. A través de elementos móviles gatilladores del juego y de un programa de formación para educadoras, busca promover el juego libre y activo en el exterior.

Sin duda la pandemia generó un espacio de reflexión sobre nuestro quehacer, lo que nos llevó a replantearnos nuestras líneas de trabajo y crear nuevas. Hemos promovido las aulas abiertas como el lugar más seguro para hacer clases al estar al aire libre y desarrollado un programa de formación para aprender a convivir a través del juego en el recreo. Durante el 2020, cuando fueron las largas cuarentenas,  implementamos Recreo en Casa en 14 colegios y comenzamos a desarrollar la línea de Paisajes de Integración social. Al ser tan reducidas las posibilidades de crecer y jugar en contacto con la naturaleza en sectores vulnerables, decidimos explorar e implementar proyectos en conjuntos habitacionales DS-19. Actualmente estamos trabajando dos proyectos en esta nueva línea.

Patio Vivo resignifica los patios escolares a través de la arquitectura y el juego

Colegio San Esteban Mártir ©Patio Vivo

Patio Vivo resignifica los patios escolares a través de la arquitectura y el juego

Patio en Liceo Agrícola Francisco Napolitano en El Valle de Lluta ©Patio Vivo

Patio Vivo resignifica los patios escolares a través de la arquitectura y el juego

Mobiliario Juan Pablo Duarte ©Patio Vivo

Patio Vivo resignifica los patios escolares a través de la arquitectura y el juego

Aplicaciones de ladrillos para patio escuelas en zona central ©Patio Vivo

Patio Vivo resignifica los patios escolares a través de la arquitectura y el juego

Festival de juegos en Colegio El Almendral de La Pintana, proyecto de desarrollo socioemocional a través del juego ©Patio Vivo

Patio Vivo resignifica los patios escolares a través de la arquitectura y el juego

Equipo de arquitectura y construcción de Patio Vivo en el colegio Cree ©Patio Vivo

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