La crisis y la temporalidad en la propuesta ganadora del Pabellón ECO en México
Pabellón ECO es una convocatoria anual que llama a intervenir arquitectónicamente el espacio del Museo Experimental El ECO en México, edificio ícono en la arquitectura mexicana que representa los pilares de la Arquitectura Emocional propuesta por el artista Mathias Goeritz en su manifiesto de 1953. Un tipo de arquitectura que fue una respuesta ante el predominio del funcionalismo, reconociendo y promoviendo las sensaciones y emociones que provoca la arquitectura y el diseño de los espacios, considerándola una obra de arte en sí misma.
El Museo Experimental EL ECO fue construido y diseñado como escultura habitable con decisiones arquitectónicas guiadas por la interacción emocional del visitante con la obra y jugando con los volúmenes y otros contrastes en su recorrido, iluminación, color, espacios, texturas materiales y diálogo con el entorno. Desde que se construyó en la década del 50 El ECO estuvo pensado como un lugar para integrar las distintas expresiones artísticas de las vanguardias mexicanas de la época, en 2005 la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) lo restauró y reabrió al público.
Hasta el día de hoy es un espacio que promueve el diálogo entre distintos lenguajes, como Pabellón ECO que cada año propone un llamado abierto con una temática diferente para realizar una intervención en el edificio. En 2023 fue «Tiempo Cero» invitación de la destacada arquitecta mexicana Gabriela Carrillo que ejerció como curadora «la propuesta es tomar como punto de partida el tiempo, la crisis y lo lúdico, todos como actos de rebeldía transversal que cuestionan y trastocan nuestras formas de habitar: el tiempo cero de la pandemia, los espacios sociales, la crisis medioambiental y el Antropoceno que terminará por consumirnos a nosotros mismos», dice.
El proyecto ganado fue «CUENCO» presentado por el equipo interdisciplinario conformado por OCIO taller + Bianchi Majer + Nicolás Guzmán + Angélica M. Pena + Andrés Lira, compuesto por cinco arquitectos, una filósofa, un pintor-filósofo y un biólogo. Este fue elegida entre siete proyectos seleccionados por un jurado de expertos incluidos miembros del Museo El ECO y se expondrá en el patio del museo experimental desde mayo de este año.
«CUENCO» busca vestir al patio «de un sentido temporal, perceptible y cinético a través de la construcción de una sombra flotante». Desde el museo cuentan sobre su elección, «responde de manera original al concepto de Tiempo Cero, propuesto en la convocatoria, llevándonos una vez más a evidenciar la relación primigenia entre la arquitectura y los distintos elementos que la definen más allá de lo constructivo». El jurado vio en este proyecto el valor de lo interdisciplinario y la colectividad en el hacer. «Partiendo de un gesto relativamente sencillo (una lona circular suspendida), propone la transformación del patio del Museo Experimental el Eco en un observatorio ambiental que permitirá el desarrollo de reflexiones sobre el tiempo y aquellos valores que construyen el espacio que no tienen mesura: que son desordenados y azarosos en el contexto».
El equipo de «CUENCO» abordó la ideas de crisis y tiempo en su propuesta. Primero, disponiendo elementos que «recuperen la circularidad del tiempo e impriman el cambio, esto visto a través de materiales sensibles a captar, elementos del ambiente tanto abióticos (agua, polvos, sedimentos) como bióticos (esporas, semillas, hojas), los cuales se acumularán y progresarán bajo procesos de sucesión ecológica perceptibles al ojo humano». Y la crisis se verá en cómo este sistema que se produce en la lona suspendida va cambiando por la acción de los mismos elementos naturales, «como la saturación producto del agua que provoca el desbalance temporal o el desgaste del telar, este proceso permite experimentar la degradación del material, nada es impune al tiempo, todo ha cambiado, cambia y cambiará».
Para el equipo, «Cuenco» es una instalación arquitectónica que destaca porque «compone con la preexistencia, no interfiere con el patio y construye una sombra». La experiencia para los visitantes está pensada para atraer desde los sentidos, la vista, el tacto y también, la temporalidad, «proponemos una experiencia temporal contemplativa, transitar el instante. El espacio que se genera, donde los elementos x, y, z confluyen sin tocar el piso del patio, se determina por las interacciones meteorológicas y la posibilidad de hacer una lectura lúdica en lo temporal, arriba, abajo».
El jurado de Pabellón ECO también entregó una mención honrosa al proyecto COSA (Andrés Harvey, Alberto Bolaños, Matthew Kennedy), que más que intervención, es una acción, «que pretende generar una imagen completamente radical con la que el espacio es asociado, asemejándose a la imagen urbana contemporánea, siempre en renovación». La idea es generar un diálogo alrededor del discurso material de la arquitectura y «provocar una discusión pública sobre qué conservamos, qué recordamos y qué creamos en un momento de urgente crisis cultural y ambiental», cuenta el jurado.