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En pos de un aura resonante: el Objeto de Museo y su display digital

PorConstanza Gaggero 25 noviembre 2021

Desde los desafíos económicos hasta los cambios de audiencia, lo que ciertamente ha sacado a la luz la pandemia de COVID-19 es la aceleración del proceso de digitalización en los museos. En tiempos postnormales (Sardar 2010), los museos se han visto obligados a desarrollar rápidamente estrategias digitales para interactuar con sus audiencias de forma remota. Los museos ahora llegan a audiencias globales y han abierto espacios, principalmente a través de las redes sociales, para discutir asuntos relevantes y decisivos como la raza, la igualdad y la descolonización. La noción del museo como un lugar de codificación cultural, donde todos los objetos dentro se ajustan a una especie de marco normativo que legitima y prioriza algunas formas de conocimiento sobre otras, es obsoleta (Anderson 2021). El público puede curar sus propias experiencias, dialogar sin medio y cuestionar el papel de la institución en su propio espacio. En este panorama postpandémico, lo digital está integrado en la forma en que nos comunicamos y aprendemos. La creación de redes de conocimiento está invitando al museo a repensar sus modelos de experiencia y a considerar más a fondo el papel de otros contribuyentes en la creación de conocimiento del museo (Cairns 2013). Y aunque estos pasos hacia la democratización son un gran logro, es importante cuestionar cuáles son los pros y los contras de tales fenómenos. ¿Qué le pasa al objeto? ¿Qué estamos perdiendo al digitalizar y renderizar colecciones y dejarlas a la deriva en un entorno virtual complejo y en constante cambio?

En primer lugar, debemos comprender el valor del encuentro de la vida real con un objeto. ¿Estamos en una etapa en la que podríamos reemplazar la noción de la llamada aura de un objeto? (Biedermann, 2017) El espacio físico nos da la posibilidad de experimentar la obra de arte en todos nuestros sentidos, viendo su textura, escala y la intención del museo a través de su exhibición, luz y diseño. El objeto se nos revela en un encuentro multisensorial que nos brinda varios puntos para conectar, absorber y retener información. Si la noción de educación significativa en los museos se basa en un modelo de experiencia interactiva, donde el contexto personal, social y físico se superpone (Falk y Dierking 1992), ¿cuáles son los nuevos encuentros significativos digitales que este nuevo medio puede brindarnos? ¿Podría el reino digital superar el encanto de la vida real?

Las exhibiciones en línea están surgiendo de manera exponencial, particularmente las exhibiciones donde el contenido es digitalmente nativo, como videoarte, experiencias de realidad virtual y, más recientemente, NFT (Non Fungible Token). Un caso de estudio interesante es la exposición INTERLEAVING de la Falko Alexander Gallery en Colonia (septiembre 2021). La exposición grupal combina obras tradicionales con obras NFT y se desenvuelve en las salas físicas de la galería en paralelo a una exposición virtual que tiene lugar en la plataforma de realidad virtual digital Mozilla Hubs. La arquitectura de la exposición está diseñada de tal manera que se produce un entrelazamiento entre espacios reales y virtuales. El espacio de exhibición no existente se hace visible en la galería con proyecciones de haz de luz y pantallas. Con la ayuda de vidrios de realidad virtual, los visitantes pueden atravesar la pared hacia el espacio no existente dentro de la exhibición y entrar en el espacio digital. Las proyecciones están dispuestas de manera específica de tal manera que muestran el espacio digital como una vista en ventana o una ruptura de la pared, por así decirlo. Cuando los visitantes se mueven como avatares en el espacio digital, también pueden ser reconocidos en las proyecciones, además de poder personalizar el espacio agregando objetos 3D, dibujos, mensajes y de poder socializar con otros si visitan al mismo tiempo, lo que permite la discusión.

En pos de un aura resonante: el Objeto de Museo y su display digital

INTERLEAVING en el espacio real ©Falko Alexander Gallery

En pos de un aura resonante: el Objeto de Museo y su display digital

INTERLEAVING en su forma virtual ©Falko Alexander Gallery

En un valioso esfuerzo por entrelazar lo real y lo virtual, se adapta a la naturaleza del contenido y nos da pistas de cómo será el futuro: por un lado, los NFT desarrollan todo su potencial en la pantalla, mostrando movimiento y píxeles, mientras que los las obras analógicas se representan en el espacio virtual, pero también se presentan en su forma original en el espacio físico para ser plenamente apreciadas por su materialidad, un tema particularmente relevante para la pintura. El medio, tanto real como virtual, se justifica por la naturaleza de las diferentes obras de arte que equilibran ambos tipos de visitas. Al hacer eso, democratiza la visita a la galería al hacerla accesible a cualquier persona con una computadora y conexión a Internet. Sin embargo, como se observa en la reseña de la exposición (The Arts Newspaper 2021), pareciera haber acuerdo de que una visita in situ asegura la experiencia completa de la exposición. Aparentemente, el aura del objeto analógico todavía depende del encuentro real, incluso si una versión renderizada digital intenta replicar su contexto.

Por el contrario, la realización de exposiciones tradicionales en los grandes museos nacionales en Inglaterra como Tate o el Museo Británico todavía se basa en la visita física y en la fuerza de su colección tangible, en lo que podría llamarse una “catarsis aureal”. Con un uso muy limitado de elementos digitales dentro de sus exposiciones permanentes, se apoyan en servicios externos para experiencias digitales en línea, principalmente en forma de recorridos virtuales, como Google Arts, Smartify o Youtube. Se podría argumentar que en esas plataformas el objeto se comparte libremente y consecuentemente se democratiza, pero en realidad aunque el acceso es gratuito, no hay retroalimentación del público a la interpretación de la colección, ni a la naturaleza del objeto pareciera traducirse a lo digital de una manera cuidada, a diferencia de INTERLEAVING donde los NFT se mejoran naturalmente con la experiencia digital.

Si el poder infinito del objeto analógico permanece dentro del ámbito físico, ¿debemos aceptar que estamos perdiendo su aura al renderizar su imagen digital? Como la interfaz digital está ahora integrada en nuestra vida cotidiana, debemos contar con soluciones digitales que permitan que los objetos resuenen de manera significativa. La naturaleza del objeto, su medio y su audiencia deben moldear e informar la utilización de tecnología digital y no a la inversa. Tal vez la realización de exposiciones tradicionales necesite incorporar más objetos nativos digitales para justificar una oferta combinada donde el público pueda experimentar de manera uniforme en línea y fuera de línea. Al igual que INTERLEAVING hace con Mozilla Hubs, las oportunidades para considerar el papel de los colaboradores externos en la creación de conocimiento museístico son infinitas y nos da una idea de lo que podría ser una verdadera democratización en el sector.

 

Referencias:

  • Anderson, Suse and Winesmith, Keir 2021. “The Digital Future of Museums: Conversations and provocations”. Routledge.
  • Biedermann, Bernadette 2017. ‘Virtual museums’ as digital collection complexes. A museological perspective using the example of Hans-Gross-Kriminalmuseum, Museum Management and Curatorship, 32:3, 281-297
  • Cairns, Susan. 2013. “Mutualizing Museum Knowledge; Folksonomies and the Changing Shape of expertise”. Curator: The Museum Journal 56 (1): 107-19
  • Falk, John H. and Dierking Lynn D. 2012. “The Museum Experience revisited”. Taylor & Francis Group
  • Sardar, Ziauddin 2009. Futures, doi:10.1016/j.futures.2009.11.028
  • The Arts Newspaper 2021.“Immersive, interactive and a great way to display NFTs: Falko Alexander Gallery’s expansive VR exhibition”.
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