Hay Futura: Repensar el diseño con perspectiva de género

Esta colectiva argentina agrupa a trabajadorxs del diseño, mujeres feministas y disidencias, para cuestionarse la práctica de esta disciplina, pensando en el poder que tiene el diseño para generar y perpetuar estereotipos de género, que se reproducen en el ámbito cultural, económico y productivo.

Acciones, experiencias multimedia, charlas, asociatividad y campañas gráficas digitales, son algunas de las formas en que Hay Futura trabaja. «Una agenda que centra la intención del diseño, quienes lo llevan adelante y su rol político en temas como cooperativismo, diseño y políticas públicas y consumo responsable», cuentan. Esta colectiva nació en septiembre del 2019 con la intención de ser un espacio de reflexión sobre la práctica del diseño desde una perspectiva de género y hoy cuentan con un grupo de representación diversa, son más de 150 mujeres y disidencias que vienen de distintos sectores del Diseño, gráfico, textil, industrial y de productos, comunicación visual, docencia e investigación, políticas públicas, etc.

Para ellxs el diseño es una de las vías de comunicación y organización social más poderosas, siempre presente dentro de múltiples manifestaciones y actos culturales de la sociedad. Consideran el acto de diseñar como una gran responsabilidad, “un acto no inocente”, capaz de generar y reproducir estereotipos de género, etiquetas y perpetuar “la lógica del binarismo que predomina en la industria”. Esto produce una representación segmentada de la sociedad, donde no hay cabida para todas las realidades e identidades. La meta de Hay Futura es lograr hacer un diseño para todxs y para cada unx, “Impulsar un diseño centrado en las personas que revaloriza la subjetividad y resignifica la racionalidad”.

Y para lograrlo las preguntas son fundamentales para ellxs, ¿para quién diseñamos?, ¿cómo hablamos?, ¿qué forma de representación elegimos?¿qué mensajes e imágenes generamos? ¿Qué discursos validamos? Cuestionamientos que ayudan a su objetivo de transformar las prácticas del diseño y convertirlas en herramientas para el cambio social, “¿Cuál es nuestra función, nuestro rol social? ¿Qué implica ser unx diseñadorx feminista con perspectiva de género hoy?”, son parte de su manifiesto.

Sus acciones han sido varias y variadas dentro de los años que llevan funcionando, para el Día Internacional de la Mujer participando en la marcha y este año una experiencia multimedia reflexionando sobre la frase “Poner el Cuerpo”, una campaña digital por el Día por la Memoria, la Verdad y la Justicia, marcha y acción gráfica por el Día de los Trabajadores, y también en el Día del Trabajo Domestico. Además, cuentan con las Charlas Futura donde se dialoga y visibilizan el trabajo de lxs integrantes de la colectiva, se pueden ver en su IG TV @hayfutura

Desde Argentina, nos cuentan un poco más de su propuesta como colectiva:

RM: Con su trayectoria cómo responden hoy a su propio cuestionamiento, ¿qué significa hoy ser unx diseñadorx feminista con perspectiva de género?

HF: En los inicios de la colectiva, redactamos colectivamente un manifiesto, que al día de hoy seguimos re-pensando ya que lo consideramos abierto a nuevas escrituras. Y al terminar nuestro manifiesto con esta pregunta abrimos espacio para habitar la búsqueda colectiva y, en consecuencia, la multiplicidad de respuestas. De esta manera dimos inicio a una exploración cuidadosa y plural.

La propuesta de Hay Futura como parte del activismo feminista interpela y da lugar a una forma horizontal, abierta, heterogénea y autogestiva. En este reflexionar político también buscamos expandir los límites de lo que es llamado diseño. Pensamos a la propia colectiva y a su armado como un proceso de diseño vivo. Proponemos un modelo de diseño organizacional feminista: elástico, colectivo, coral, rizomático, sororo.

Consideramos urgente cuestionar, visibilizar y, sobre todo, construir alternativas a la reproducción de estereotipos y roles de género en la sociedad, en los ámbitos educativos, de formación académica y en el mercado –aparato cultural, económico y productivo– que tanta desigualdad reproduce. Tenemos la necesidad de generar un quiebre, una discontinuidad mediada por la reflexión para poder ser partícipes de las discusiones en esos  ámbitos. Incorporar una perspectiva de género amplia dentro del campo del diseño supone trabajar en conjunto mujeres y diversidades – identidades feminizadas, trans, no binarixs, queer e intersex- para visibilizar la precarización y desigualdad que caracteriza a la industria y otros ámbitos profesionales del Diseño.

RM: Para su colectiva, ¿cuál es el rol social del diseño hoy?

HF: El acto de diseñar, desde su conceptualización hasta su ejecución, implica la toma de decisiones que darán como resultado objetos, espacios, discursos y universos simbólicos que impactarán sobre los modos de habitar, de ver y de ser de la sociedad y sus individualidades. Entendemos que aquellas decisiones son políticas y en nuestro hacer-pensar buscamos constantemente visibilizar el rol político del diseño. Por esta razón creemos que es necesario reflexionar desde la disciplina sobre nuestra práctica profesional, sistemas educativos e industria en el plano político con la esperanza de transformar los valores del diseño desde una perspectiva de género descolonizada.

Buscamos que nuestro trabajo creativo sea situado en tiempo y espacio, que se comprometa con la realidad tanto social como ambiental, económica y política en la que participa e interviene, así como con las distintas necesidades que consideramos urgentes. Queremos, además, generar espacios para estos debates con nuestrxs colegas porque creemos que la transformación es colectiva y demanda un compromiso más amplio. De esta manera, asumimos la co-responsabilidad de proponer nuevas prácticas en el campo del diseño, nuevos discursos que provean imaginarios de igualdad de género y diversidad sexual, de identidades minoritarias, oprimidas, segregadas y excluidas.

Es por esta razón que para pensar en un rol social del diseño creemos que una ética (también social) responsable debería transformar las prácticas mismas del Diseño primero e instalarlas como herramientas para el cambio. Es primordial reflexionar y producir masa crítica sobre la profesión actual, atravesada por una realidad que excluye y aísla. Debemos definir nuevas metodologías de trabajo que tengan como objetivo generar y promover las condiciones para un mercado laboral igualitario, responsable y ético en la actualidad y en en el futuro.