Rosario Ureta y el diseño gráfico de Turba Tol, pabellón chileno en Venecia que visibiliza las turberas patagónicas
El arte y las expresiones estéticas son grandes herramientas para comunicar y valorizar. En el caso del proyecto Turba Tol, distintas disciplinas creativas, científicas y ecológicas, se unieron para dar representación a las turberas fueguinas, ecosistemas poco conocidos, pero de los más valiosos del mundo por su inmensa capacidad de captar carbono y así aportar en la regulación del clima. A su vez, éstas tienen un gran valor cultural y espiritual para el pueblo Selk’ nam, cultura originaria de Tierra del Fuego -que erróneamente se cree extinta- y a la que Turba Tol también intenta visualizar y dar voz, mostrando la íntima relación entre las turberas y las prácticas espirituales y culturales de este pueblo.
El pabellón chileno en la 59ª Bienal de Venecia propone una instalación multisensorial, que se inaugurará este 23 de abril y que es fruto de su enfoque colaborativo e interdisciplinario. Turbatol Hol-Hol Tol, que significa «corazón de turbera»en lengua Selk´nam, cuenta con un equipo de destacados profesionales chilenos que abordan el fenómeno natural de las turberas, su implicación cultural y valor ecosistémico, desde muchos ángulos; la ecología, el sonido, el cine , la arquitectura, literatura tanto en textos, ensayos y poesías, diseño gráfico, web e incluso la dimensión del olor.
Rosario Ureta, destacada diseñadora gráfica y de objetos chilena, fue la encargada de generar la imagen gráfica de Turba Tol. Su trayectoria está ligada a proyectos artísticos y culturales de enfoque experimental, varios ligados a la naturaleza, fue directora de diseño del Museo del Hongo y colaboradora de Ensayos, práctica de investigación transdisciplinar en torno a Tierra del Fuego -de la que nace Turba Tol-, dirigida por la curadora del proyecto, Camila Marambio, con la colaboración de Wildlife Conservation Society Chile y la Fundación Cultural Selk’ nam Hach Saye.
Aquí conversamos con ella sobre su proceso creativo, el que se exhibe hoy en las distintas plataformas de Turba Tol, desde la atmósfera que entrega su paleta de colores, las texturas de la página web, las piezas gráficas digitales que acompañan los “rumores” (cápsulas de sonido y voz), el poster oficial, la tipografía y las piezas gráficas e informativas del pabellón (pintadas a mano). Un trabajo que logra dar identidad a las turberas, sus características y distintas capas de significado, mezclando métodos análogos y digitales, para representarlas en una nueva estética, de acuerdo a los tiempos actuales.
RM: Cuéntanos cómo llegaste a participar en Turba Tol y qué te atrajo de este proyecto.
RU: Venía desde hace un tiempo trabajando con Ensayos, un proyecto encabezado por Camila Marambio (curadora de Turba Tol) que se trata de investigaciones artísticas y multidisciplinarias sobre la Tierra del Fuego. Primero trabajamos juntas en la webserie Distancia y luego diseñando visualidades y afiches de Turberas, en donde comenzó mi acercamiento a estos ecosistemas. Fue muy orgánico el paso a integrarse en el proyecto de Turba Tol, porque en realidad fue transformar un poco algo en lo que ya veníamos trabajando: el comunicar, visualizar y componer gráficamente lo que son las turberas de Patagonia y su importancia para el territorio.
RM: ¿Cuál fue tu propuesta para el diseño gráfico de Turba Tol y en qué elementos te centraste?
RU: Mi propuesta fue hacer converger varios elementos: por una parte y como elemento integrador y de fondo, la textura de las turberas, provocar esa sensación esponjosa, diversa y mojada. Por otro lado, el componente tipográfico, que resonara con la dimensión humana de Turba Tol, los habitantes de la turbera, del renacimiento del pueblo Selk´nam y su lenguaje. Por otra parte, la intención de retratar gráficamente la dimensión sonora y espacial, a través de este «corazón de la turbera» que es el círculo negro (Hol-Hol Tol significa corazón de turbera en el lenguaje Selk´nam). Una de las principales características de Turba Tol es que es un proyecto integrador: de disciplinas, de sentidos, de lugares. Mi propuesta tuvo que ver con componer todos estos elementos y que funcionaran como un todo, respondiendo al espíritu del proyecto y de la turbera.
RM: Turba Tol propone una experiencia multisensorial de visualización y valoración del territorio patagónico, ¿cómo fue tu experiencia al participar en este proyecto multidisciplinario?
RU: Al ser un proyecto orgánico y circular, la experiencia multisensorial que se propone dentro del pabellón, ha sido similar a la experiencia que he tenido trabajando en el proyecto. De vivenciar, contemplar y aprender sobre la diversidad de sentidos y saberes. Y de absorber todo lo que va apareciendo en el proceso, lo que se va proponiendo de parte de los artistas y todos los colaboradores, para retratar en imágenes y en materiales que van a servir para comunicar Turba Tol al mundo. Esta diversidad me ha inspirado para trabajar con múltiples formatos y materiales, desde piezas digitales para los rumores (cápsulas de sonido que se han ido lanzando en la web de Turba Tol) a piezas análogas como la pintada a mano en el muro del pabellón.
RM: Por último, ¿cómo encuentras que puede aportar el diseño gráfico en proyectos de conservación de biodiversidad y patrimonio cultural?
RU: Creo que el diseño es una herramienta poderosa para comunicar y hacer ver lo invisibilizado. En este caso tiene la capacidad de acercar, de manera amigable, temas que a veces son difíciles de digerir, como crisis ambientales, eco-políticas o contenidos científicos más duros.