Sensible al código: Indagando procesos de creación humano-maquínicos
«Sensible al código: Procesos humano-maquínicos en la creación de imágenes sonoras» es un proyecto de investigación artística transdiciplinaria que hace cruces entre arte y ciencia, explorando sobre el vínculo humano – tecnología, considerando cómo la tecnología influye en los procesos creativos y preguntándose sobre la posibilidad de co-creación entre humanos y máquinas y cómo podemos hacerla explícita, cuenta la artista María Jesús Schultz.
Este proyecto es parte de la residencia que María Jesús está realizando en el Núcleo Lenguaje y Creación (NLC) de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Construcción de la Universidad de Las Américas (UDLA), al cual fue invitada por las interrogantes comunes entre su trabajo como artista e investigadora y el desarrollo de líneas de investigación y creación entre los profesores de la facultad, “el uso crítico de inteligencia artificial y aprendizaje maquínico para la generación de imágenes en arquitectura, diseño gráfico y animación”, explica Fernando Portal, director del NLC.
Los referentes que la artista escogió para Sensible al Código, la cultura indígena amazónica Shipibo-Konibo, plantean la novedad de un cruce entre saberes ancestrales latinoamericanos, sus prácticas y cosmovisión con la tecnología y nuestra forma de relacionarnos con ella en la actualidad. Esta elección llegó de manera orgánica cuenta la artista, “mediante las reflexiones sobre posibles maneras de llevar a cabo un proceso creativo humano-maquínico, que evidenciara una relación de constante interacción y reciprocidad, aparece el concepto de remediación comprendido como algo que pasa de un medio a otro. Esto nos dirigió a la historia de Primo Levi y el átomo de carbono, y a la pregunta sobre la relación de intercambio entre lo codificado y lo intuitivo. En este contexto, los bordados Shipibo-Konibo comenzaron a atraer nuestra atención, en tanto consisten en visiones de la ayahuasca, es decir, en la interpretación y materialización de códigos en la naturaleza mediante un patrón de diseño llamado kené. En este sentido, la inscripción de hilo en el textil implicaba hacer visibles procesos que excedían la percepción humana habitual. Además, el kené opera como una especie de partitura que guía el canto ritual llamado íkaro, que permite sanar lo que se enferma. Así, en este referente el concepto de remediación era aplicable en dos sentidos; en que implica que algo pase de un medio a otro y en el de dar remedio”.
El desarrollo del proyecto se enfocó en la creación de imágenes sonoras que reaccionaran a la experiencia táctil, en una especie de analogía al canto íkaro y la lectura de códigos por el pueblo Shipibo-Konibo. Para esto fue necesaria la creación de imágenes a través de modelos de inteligencia artificial y nuevas materialidades como tintas conductivas en base a grafito y cobre.
La primera fase del proyecto incluyó varios hitos donde María Jesús colaboró con un equipo de distintas distintas carreras de la universidad como Ingeniería en Minas de la Facultad de Ingeniería y Negocios, y el Instituto de Ciencias Naturales. Primero vino el desarrollo de un conjunto de imágenes generadas por un modelo de inteligencia artificial, realizadas junto a Juan Pablo Torrealba, profesor de la Facultad de Arquitectura. Aquí intervinieron el modelo de procesamiento con una base de datos escogida especialmente por la artista, en base a vistas aéreas de minas de cobre, circuitos y mallas de este mismo material. Otro de los procesos claves fue la experimentación para obtener una tinta conductiva, primero en base a grafito y luego en base a cobre (molido y nanopartículas). El trabajo con nanopartículas, contó con la colaboración de Breaking Nano y el desarrollo de componentes electrónicos con MCI Electronics. En ambas instancias se hace referencia al uso extractivista de este material en nuestro territorio y a la vez, a sus características, que lo hacen útil para su uso en tecnología e innovación.
Finalmente, Schultz y su equipo lograron generar dos prototipos de serigrafías sonoras, una en base a grafito y otra en base a cobre, las que presentaron por primera vez al público en una instalación interactiva que se realizó en la Feria de Arte Impreso Impresionante. En esa ocasión el público pudo interactuar con estas obras sensibles al código, además de presenciar dos activaciones, del artista Martín Gubbins que realizó una performance en base a las imágenes y también del grupo de música feminista Dadalú. Esta presentación fue una primera instancia para generar nuevas reflexiones en cuanto al rol del humano en su relación con la tecnología, como una especie de vaso comunicante del mensaje o código y de la capacidad conductiva del ser humano.
Conversamos con María Jesús para ahondar un poco más en Sensible al Código, su interés por el vínculo con la tecnología y sus impresiones luego de esta primera interacción de su obra con el público:
RM: ¿Cómo surge tu interés por la exploración entre el vínculo humano y tecnología o corpóreo-maquínico? ¿Estaba presente en tu obra antes de entrar a la residencia del Núcleo Lenguaje y Creación de la UDLA?
MJS: El interés surge el año 2011, en mi último año de Licenciatura en Artes Plásticas. Ese año fue de movilización estudiantil y solo tuvimos tres meses de clases en todo el semestre. En ese contexto, tuve suficiente libertad para desarrollar proyectos que vincularon mecanismos con materias orgánicas, en una serie de procesos que registré en mi memoria de pregrado. En estos procesos experimentales surgió el interés por reflexionar sobre nuestro vínculo con la tecnología y la manera en que esta permea las diferentes áreas en que nos desenvolvemos. En 2019 y 2020 participé como profesora en un curso universitario que consistía en desarrollar aparatos tecnológicos disruptivos y/o funcionales, donde pude aprender del equipo docente y de los diferentes desarrollos realizados por estudiantes. Luego, entre 2017 y 2020 trabajé como asesora técnica del proyecto Fondecyt de Claudio Celis, lo que me permitió conocer y reflexionar sobre procesos algorítmicos para pensar la posibilidad de una imaginación maquínica.
En este sentido, el interés estaba presente antes de la residencia. Ahora bien, en la residencia, principalmente en conversaciones con Fernando Portal, confluyó el interés por la tecnología aplicada al arte, la práctica de procesos gráficos de materialización de imagen, el interés filosófico respecto a la percepción y otros tipos de experiencias, la curiosidad sobre funcionamiento y las posibilidades de la interpretación algorítmica, con el objetivo de desarrollar metodologías que permitieran reflexionar y desarrollar procesos de co-creación humana-maquínica.
RM: La elección del referente de la cultura Shipibo-Konibo y su saber ancestral para relacionarse con los códigos energéticos de la naturaleza y del cobre como elemento de la tinta conductiva sonora, ¿tiene que ver con plantearse la tecnología y sus avances desde un punto de vista territorial latinoamericano? ¿Qué intención hay en esta elección?
MJS: Para la serigrafía conductiva utilizamos principalmente tinta de grafito, placas PCB, que son unas que se usan para realizar circuitos electrónicos y tienen una superficie de cobre, y comenzamos el desarrollo de dos tintas conductivas de cobre; una con cobre molido y otra con nanopartículas. La elección del grafito se extrae del texto de Primo Levi antes mencionado sumado a que, anteriormente, en un contexto universitario, había dado buenos resultados aplicados a una tinta conductiva. El interés en la utilización del cobre surge por tratarse de un material de histórica explotación en el territorio, cuya extracción indiscriminada reviste prácticas que dañan gravemente al ecosistema, en diferentes aspectos. El cobre extraído es exportado como materia prima e importado de vuelta como objetos y piezas en diferentes formatos. Estos, nos rodean, aunque permanezcan ocultos como la tubería, el interior de los cables, circuitos electrónicos, entre las telas o como dispositivo intrauterino, por mencionar algunas. Además, el cobre es un material reciclable, antimicrobiano, conductivo y fundamental en diversos desarrollos tecnológicos. Por lo anteriormente dicho, la elección del cobre también fue reflejada en la base de datos utilizadas para generar las imágenes maquínicas, que luego pasamos a serigrafía conductiva. Esta consistió en fotografías aéreas de yacimientos mineros, circuitos de cobre y mallas de cobre, y se cruzaron en un modelo de entrenamiento basado en rostros humanos.
Así, la elección del referente metodológico, los materiales a utilizar y los procesos a realizar, implican romper con cierta concepción de tecnología como algo que avanza y mejora en el futuro, en que lo nuevo invalida a lo anterior, y en que solo los éxitos son destacables. En este sentido, se busca husmear en lo que culturalmente permanece oculto, en la hechicería hecha en casa, en lo imaginado y no concretado y, claramente, en lo que las culturas ancestrales pueden enseñarnos. Esto último implica superar la perspectiva antropocentrista de desenvolvernos en el mundo, que abusa de los otros no humanos, que explota los recursos naturales y perjudica grotescamente al medio ambiente. En este sentido, surge la invitación a volver la mirada hacia saberes y prácticas ancestrales latinoamericanas para explorar y reflexionar de qué manera nos relacionamos con nuestro entorno hoy, para aprender y modificar, de forma consciente y responsable, las practicas actuales que nos enferman.
RM: ¿Cómo ha sido la experiencia de esta colaboración transdisciplinar para el proyecto «Sensible al Código»? ¿Qué es lo que más rescatas o valoras de esta forma de creación que permite cruces entre arte y ciencia en el ambiente universitario?
La experiencia de colaboración entre disciplinas ha sido fundamental. En general, considero que en todo quehacer hay una confluencia de múltiples áreas o tipos de conocimientos, aunque no identifiquemos a cada uno en su especie. Por ejemplo, una persona al cocinar puede aplicar instrucciones especificas o bien experimentar basándose en ciertas lógicas que implican seguir una serie de pasos adaptados creativamente. En cualquiera de los casos, es probable que la persona realice acciones atribuibles al diseño, a la física, a la química, a la arquitectura, etc. En este sentido, considero que mientras más cruces se logren trazar de manera consciente, mayor aprendizaje se obtiene y las posibilidades de expansión, y diversificación, del conocimiento aumentan.
Este proyecto ha permitido establecer relaciones rizomáticas entre diferentes áreas que nos aportan tantos enfoques teóricos cómo metodologías aplicables. Eso implica que las posibilidades de acción son múltiples y se despliegan en diferentes direcciones como un mapa de un lugar aún no explorado. Al margen de la categoría del arte conocida como nuevos medios, el cruce entre arte y ciencia me parece constante, aunque invisibilizado. En mi punto de vista, todo proceso artístico está cruzado por la ciencia en tanto a que requiere medios de inscripción, materiales, procedimientos, cocinería, iteraciones, etc. En este sentido, creo que el cruce entre arte y ciencia se manifiesta en diferentes grados. De forma similar, desde mi perspectiva, hay mucho de arte en la ciencia.
RM: ¿Qué esperabas de esta interacción humana que viene a cerrar el circuito de la obra, cuando el sonido es emitido al tocar las imágenes realizadas con IA en tinta sonora? ¿Cuáles eran tus expectativas?
Aunque, por lo general, suelo no hacerme expectativas, en este caso realicé unos dibujos que revelaron que esta vez si las tuve. Uno de los dibujos mostraba una especie de corpóreo derritiéndose de placer al tocar la serigrafía conductiva. Lo bonito es que la realidad no estuvo tan lejos. En Impresionante, la feria de arte impreso, las personas tuvieron una muy buena acogida del proyecto. Algunas tocaron perplejas, sin entender la magia detrás de lo que estaban experimentando y se sorprendieron al comprender que su cuerpo conducía electricidad. Este reconocimiento del propio cuerpo y su cualidad como conductor de energía parece haber generado en varias personas una sensación tan desconcertante como reconfortante. Así, algunas personas llamaron a sus acompañantes para hacer una cadena de contacto y tocar de manera colectiva. Otras se esforzaron en sacar notas musicales, otras consultaron cada parte del proceso con mucho interés, sobre todo lo que respecta a la conductividad del material, a la composición algorítmica de la imagen y al circuito. Otras, propusieron diversas maneras de continuar el proyecto en distintas direcciones. En resumen, lo que se esperaba y en buena medida se logró, era ofrecer una experiencia interactiva que vinculara a las personas con la interfaz de tinta sobre papel en una composición algorítmica espejada para despertar su curiosidad en la medida que se sintieran incorporadas.
CONVERSATORIO
Este jueves 25 de noviembre, el Núcleo Lenguaje y Creación ha organizado un conversatorio sobre este proyecto, «exploraremos desde la filosofía de la imagen, la teoría cultural y la investigación textil, los cruces que entre saberes ancestrales e inteligencia artificial, propone y ejecuta el proyecto”, cuenta Fernando Portal. Participarán Tamara Marcos, artista, educadora e investigadora textil, especialista en bordados y prácticas textiles latinoamericanas (@trenzatextil); Claudio Celis, doctor en filosofía de la Universidad de Cardiff, cuyas investigaciones se centran en el cruce entre teoría de la imagen, filosofía de la tecnología y teoría crítica y se pueden leer en su sitio web Imaginación Maquínica; y Roberto Rubio, director del Departamento de Filosofía de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Alberto Hurtado, miembro fundador de la Red Latinoamericana de Investigaciones en Prácticas y Medios de la Imagen (Imagenlat).
Si quieres verlo acá van las coordenadas:
Fecha: jueves 25 de noviembre
Horario: 11:00 a 12:30 hrs.
Inscripción seminario online: https://udla.zoom.us/webinar/register/WN_By1tTZBzSRCEyZR0dkYtfQ
Trasnmisión: Canal Youtube Núcleo Lenguaje Creación UDLA, que puedes ver aquí.