Juan Gatti y su legendaria obra gráfica entra en la colección de la Fundación IDA
Juan Gatti es un referente en la cultura visual Argentina. Comenzó su carrera en el Buenos Aires efervescente y vanguardista de los años 60 y 70, moviéndose entre diferentes áreas del diseño, desde la moda a la imagen de la nueva escena del rock argentino liderada por grupos como Sui Generis, Pescado Rabioso o Pappo’s Blues. De espíritu inquieto, su talento también se ha plasmado en el arte, la fotografía, la industria editorial, interiorismo, incluso trabajos para marcas de lujo europeas. Su personalidad disruptiva para la Argentina en dictadura de mediados de los 70 encontró un nuevo camino fuera del país. Hacia fines de esa década se estableció en Madrid, donde estaba iniciando la escena de la contra movida española, con mucha gente joven con muchas ganas de crear y experimentar en distintas expresiones artísticas. Allí hizo una gran amistad y dupla artística junto a Pedro Almodóvar, siendo el responsable de la imagen y afiches de muchas de sus películas desde «Mujeres al borde de un ataque de nervios» hasta «La voz humana», reflejando la cultura de la España actual.
Gatti es un artista que no para, «obsesivo y sofisticado, así como sus aportes al diseño argentino», cuenta Wustavo Quiroga, presidente de la Fundación de Investigación en Diseño Argentino (IDA). A pesar de que la mitad de su carrera la desarrolló fuera de Argentina, siempre ha mantenido vínculos artísticos con su país, «en los últimos años presentó su exposición ‘Ciencias Naturales’ en la Fresh Gallery de Madrid dirigida por la rosarina Topacio Fresh, realizó el póster para la película ‘La mujer sin cabeza’ de Lucrecia Martel producida por El Deseo, presentó sus diseños textiles en la tienda de Pablo Ramirez, creó los murales para el hotel Faena Hotel-Saxony de Miami del empresario Alan Faena y junto al dramaturgo Alfredo Arias creó la película Hello, Andy?».
Hace un mes parte importante de la obra de Juan Gatti ingresó al archivo de la Fundación de Investigación en Diseño Argentino (IDA), lo que para Quiroga es un hito, «hasta la aparición de Fundación IDA, no existía un espacio sistematizado para resguardar su trayectoria. Los aportes de Gatti a este archivo y colección significan un caso importante de trascendencia cultural porque Gatti, es justamente un genio universal. En 2004 recibió en España el Premio Nacional de Diseño».
Conversamos con Wustavo Quiroga sobre la importancia de este ingreso y de cómo las creaciones de Gatti para la contracultura argentina e iberoamericana son parte del patrimonio del diseño latino.
RM: ¿Qué etapa del diseño argentino representa Juan Gatti? ¿Nos puedes contar un poco más de su trayectoria?
WQ: Juan O. Gatti (con la O. de Orestes), como solía firmar en sus inicios, nació en Quilmes y creció a la par de su madre diseñadora de alta costura donde se nutrió del estilismo y los figurines de las revistas de moda. Se formó en Mar del Plata y después emigró a Buenos Aires donde participó de la movida de la Manzana Loca, como se le llamó al Instituto Di Tella y a la Galería del Este, epicentro de la experimentación cultural en Argentina. Impulsado por su amiga Felisa Pinto comenzó a vender accesorios para looks atrevidos.
Paralelamente, a inicio de los años 70 desarrolló la imagen del incipiente rock nacional. De la mano de Jorge Álvarez, un editor de publicaciones y long play, atravesó el inicio temprano del movimiento musical que revolucionó Latinoamérica. Son dos los sellos que llevan su diseño de marca y sus eclécticas artes de tapa: Mandioca y Talent. En ellos se editan varias bandas emergentes que terminarían siendo iconos de esta generación musical: Sui Generis, Pescado Rabioso, Billy Bond y La Pesada o Pappo’s Blues. Gatti plasmó el sonido de la época con grafismos que van desde el pop (con mucho pin up), art deco, barroco, gótico y hasta conceptual, si nos referimos al diseño estructural del disco «Artaud».
Al igual que muchos talentos disruptivos, emigró del país. Pasó por Nueva York y por París pero fue en Madrid donde encontró una actitud similar a la Buenos Aires vanguardista de los 60 y 70. Allí volvió a cruzarse con Álvarez y comenzó a formar parte del sello musical CBS donde nuevamente Gatti se transforma en su director de arte. En una España post franquismo la contra movida madrileña tenía pendiente mostrar su fuerza y libertad de expresión. Bajo la productora El Deseo, Pedro Almodóvar, junto con su hermano Agustín, retratan la locura social desde el cine. Fue Gatti quien le puso cara a los afiches, armó los títulos de los films, preparó los brochures, gráficas promocionales y merchandising.
RM: ¿Qué objetos u otros aporten de la obra de Juan Gatti entra a la colección de IDA?
WQ: Desde la colección de vinilos con diseños por Gatti en el periodo argentino, los afiches para el universo del cine iberoamericano, sus propios libros (que funcionan como biblias del diseño), la maqueta de la exposición antológica “Contraluz” realizada en el sala Canal Isabel II en 2011, hasta fotografías de la exposición Transhispania? montada en el Palais de Glace (Palacio Nacional de Artes de Argentina) en 2017.
RM: ¿Cuál es el valor para el diseño argentino de las obras de Juan Gatti que entran en su colección?
En Argentina hay un amor incondicional por Juan. Los melómanos lo idolatran, los referentes culturales siguen en detalle su trayectoria y las nuevas generaciones siguen apasionados su universo visual (Instagram es su álbum de figuritas). Gatti no se recluyó en un único espacio: la moda, lo editorial, la música, el arte, la fotografía, las marcas de lujo, son algunos de los ámbitos donde imprimió su estilo ecléctico y renacentista.