Objetos cotidianos e históricos protagonizan la nueva exposición de Ai Weiwei «Making Sense»
«Making Sense» es la primera exposición de Ai Weiwei enfocada en el diseño y la cultura material, reflejando sus 30 años de trayectoria en el coleccionismo de diferentes objetos. La muestra en el London Design Museum presenta nuevas esculturas e instalaciones, a partir de herramientas de la edad de piedra, pasando por trozos de cerámica -ambas de su colección personal- o incluso piezas de Lego.
Su intención es reflexionar sobre el mundo post pandémico y nuestra interacción con los objetos y su significancia, los roles de dependencia tanto funcional como emocional con ellos y cómo el diseño se relaciona con la historia, memoria y la evolución de los valores de la humanidad. «A través de la cultura material, el artista explora tensiones entre el pasado y el presente, la mano y la máquina, lo preciado y lo que no tiene valor, la construcción y la destrucción», dice el equipo del London Design Museum.
Ai Weiwei es un coleccionista y en esta exposición ese rol juega un papel clave, ya que el mismo acto de «coleccionar» puede indicar un intento de que nuestros mundos hagan sentido, para él es una forma de guardar la memoria histórica y reconstruir con ella un nuevo sentido. Las colecciones – en este caso de objetos- producen conocimiento, historias, valor, significado, al estar agrupados o dispuestas de tal forma.
Dando sentido desde su sensibilidad artística y su rol de activista político, en esta exhibición hay distintos formatos, esculturas, cerámica, instalaciones, fotografías. También rescata la artesanía tradicional china en contraste con las modernas construcciones que la han ido haciendo desaparecer. La muestra incluye nuevas piezas y objetos escultóricos y cinco «campos de trabajo», cada uno con una temática diferente, donde Weiwei despliega una instalación desde grandes rectángulos en el suelo, compuestos -e intervenidos- por distintos objetos encontrados,
«Still Life» tiene cientos de objetos pertenecientes a la Edad de Piedra -que Ai Weiwei ha recolectado- cabezas de hacha, cuchillos, ruedas, cinceles. Su intención es recordar a los visitantes que el diseño en un principio se basaba en la supervivencia. Otra de las instalaciones junta más de 200 mil balas de cañón hechas de porcelana, hechas en la dinastía Song, que contrastan su delicadeza con su función de armas de guerra.
«Spouts» es otra instalación donde hay cientos de bocas de teteras de porcelana chinas y restos de esculturas del artista que fueron destruidas por el estado chino cuando demolieron su estudio -sin advertencia- en 2018. Restos de la represión que el activista ha sufrido y una forma de convertir la destrucción en arte, dice el Museo del Diseño.
Otra instalación se llama «Lego incident» donde hay cientos de piezas de Lego donadas por el público, porque Lego dejó de donarle piezas ya que construía con ellos retratos de personajes políticos. Sobre ellos hay una escultura de madera hecha de columnas de la dinastía Quing y mesas de madera de ese período.
Entre los objetos en exhibición también hay una urna de la dinastía Han pintada con el logo de Coca-Cola o dos grandes rollos de papel higiénico moldeados en mármol y vidrio que realizó en pandemia, refiriéndose a nuestra dependencia de los objetos.
Fuentes: The London Design Museum y Deezen.