Alfredo Ramírez: enfrentar la crisis ambiental ampliando las lógicas del diseño

La práctica del diseñador ecuatoriano Alfredo Ramírez es algo diferente de lo tradicional, se centra en generar espacios o proyectos en entornos de investigación experimental, donde el diseño puede ser tanto aprendizaje como creación lúdica. Con fuerte interés por las temáticas ambientales y la crisis socioclimática actual, sus proyectos cuestionan las formas de produccion material, las maneras de relacionarnos con los objetos y la generación de residuos y desechos tanto en prácticas de diseño como arquitectura. Ramírez propone una simbiosis de la biología, los sistemas y especies de la naturaleza, con el diseño, el arte y la tecnología. Esto con la idea de ir explorando nuevas soluciones o enfoques para problemas ambientales y sociales que salgan de la lógica antropocéntrica.

En 2021 fue uno de los pocos latinoamericanos ganadores del Premio Príncipe Claus (categoría Semilla), donde se eligen a 65 entre 1500 postulantes del todo el mundo, destacando a artistas y profesionales con una perspectiva innovadora sobre los desafíos sociales. Para Ramírez son varios los proyectos que lo pusieron en ese camino, incluyendo los que realizó en el Master de Prácticas Expandidas en Diseño en la Universidad de Goldsmiths en Londres. Uno de ellos fue “Mycological Making” que se centra en “recomponer objetos con hongos como compañeros de fabricación”. Aquí trabajó con recicladores del barrio donde vivía en Londres, realizando una serie de talleres en que analizaban la forma en que se relacionan los hongos con las demás especies, desde sus estrategias simbióticas de interacción, su funcionamiento y su rol fundamental en el ciclo de generación de nutrientes para la vida, aun en los espacios mas impensados. Con esto les planteó recomponer y reconstruir objetos que ya estaban para desechar siguiendo la lógica del funcionamiento de los hongos como referente. Así construyeron distintos objetos-esculturas basados en la lógica de los hongos, con la intención de ir cambiando las prácticas antropocéntricas por una basada más en la naturaleza y el reino fungi. Siguiendo esta línea también creo tecnolíquenes con el proyecto “Closer and Closer together”.

Otro fue la residencia “Making Futures” en Berlín una investigación-acción orientada a explorar futuros caminos para la práctica arquitectónica y su educación, donde desarrolló el proyecto “(Lo suficientemente suertudo para ser un) Participante”, donde propuso ver al edificio como un organismo vivo, aprendiendo de su estructura y del impacto que en el tiene la ocupación, lo que pasa en una estructura al trabajar, reunirse y alimentarse ahí, ver la generación de desechos y cómo podemos reutilizar lo que este sistema genera.

Estas prácticas participativas de diseño  son parte de su sello, desde sus inicios laborales en Guayaquil donde desarrolló el proyecto Brújulas para la ONG Niños con Futuro donde implementó sistemas de diseño orientados a la solución de problemas en las comunidades escolares.

Actualmente Ramírez está en Ecuador y se dedica a la docencia y a su nuevo proyecto MOLTN (@moltn.space) un espacio de investigación donde explora, junto a otros diseñadores y arquitectos las posibilidades de construir objetos a partir de desechos y materiales de descarte, desde sus propias máquinas para crear objetos que reutilicen el plástico en desuso. En base a un material al que llamaron Polipropilenita realizan objetos como lámparas y otros de plástico fundido y reciclado.

Para seguir su trabajo te dejamos su página web: alffff.com y @moltn.space