Inmanencia: la instalación sensorial de Isidora Villarino en el Montecarmelo
La artista Isidora Villarino, realizó una monumental intervención en la capilla del Centro Cultural Montecarmelo de la Municipalidad de Providencia. Se trata de “Inmanencia”, su quinta exposición, que nace a partir de la idea de los recuerdos como presencias invisibles, particularmente en un espacio destinado a monjas de claustro.
Así, por medio de una instalación site specific al interior de la capilla, la artista mantiene viva la esencia del lugar, resguardando la identidad y memoria del espacio expositivo, haciéndolo suyo, reflexionando –a su vez- sobre la manera en que vamos construyendo historia sobre historia hasta relegar al olvido.
La artista, a través del dibujo y la instalación, se ha dedicado a explorar esos recovecos de la memoria, una que va de lo ruinoso a lo luminoso, refiriéndose a vestigios de otro tiempo que tensionan el presente.
En sus obras, esa tensión aparece representada de distintas maneras: en dibujos de pedazos de casas, arquitecturas o espacios que con el paso del tiempo han dejado de ser lo que eran o han sufrido transformaciones por necesidad u obligación, imágenes traslúcidas que pretenden entrever lo que era y lo que es, o juegos de luces y sombras que buscan reflejar y hacer permanente una presencia que siempre está propensa a desaparecer.
Inmanencia, refiere a esos momentos, cosas o recuerdos que surgen de lo más profano y que custodiamos con recelo, los cuáles adquieren un estatus singular, trascienden el espacio y el tiempo, vuelven a nosotros o nosotros a ellos en momentos específicos, ya sea porque se activan o porque los activamos.
Hoy, en este inmueble de conservación histórica de Providencia, que actualmente se utiliza con fines artísticos, la artista replica la nave central de la capilla con una estructura de malla, imposibilitando el acceso del espectador a otro espacio que no sea esta nave desarrollada por Isidora; obligándolo -a su vez- a admirar la estructura original. Todo esto en función de reforzar la esencia del lugar.
Sumado a esto, la presencia preponderante de la iluminación del lugar, refiere a la manera de trabajar de la artista, en donde la luz es un elemento primordial que guarda una estrecha relación con el concepto de lo efímero, parte esencial de su trabajo de investigación artística.
Esta gran instalación metálica de 15 metros de largo, 9 metros de alto y 4 metros de ancho, se ubica al interior de ésta capilla desacralizada, antiguo convento y escuela de las monjas Carmelitas de Santa Teresa; en donde la iluminación juega con los vitrales de la edificación original.
La instalación es acompañada ,además, por una pieza musical realizada especialmente para la obra, creada por el compositor Aurelio Montes, quién se inspiró en el contenido del proyecto y la connotación del lugar. Todo lo anterior, mezclado con una bruma que permite estar inmerso en un ambiente que exacerba los sentidos y la intencionalidad que la artista ha querido imprimir en la obra.
La obra tomó cerca de diez días de montaje, sumado a más de cuatro meses de planificación y ejecución, para trabajar especialmente con la arquitectura de este espacio de Montecarmelo, con el fin de mantener fidelidad hacia la historia y connotación del lugar.
Centro Cultural Montecarmelo (Av. Bellavista 0594)
24 de agosto y el 21 de octubre
Lunes a jueves de 9:00 a 17:00 h.
viernes de 9:00 a 17:30 h.
sábados de 10:00 a 18:00 horas.
Entrada liberada.